El carrot cake es uno de los postres más tradicionales de Estados Unidos y Gran Bretaña. En España su descubrimiento ha sido relativamente reciente aunque ya está muy extendido.
Su origen como postre es europeo. Se empezaron a hacer tortas en la Edad Media debido al dulzor que esta hortaliza proporcionaba. Su apogeo llegó con la escasez y el racionamiento de la II Guerra Mundial. Durante esos años el azúcar era un ingrediente muy escaso y muy caro y por ello, en la elaboración de algunos dulces, se sustituyó por la zanahoria que contiene una cantidad muy alta de edulcorante natural. Así se consiguió un bizcocho dulce.
El secreto de su sabor está en la incorporación de tres especias que no deben faltar: la canela, el genjibre y la nuez moscada.
La primera vez que probé na tarta de zanahoria fue hace más de treinta años y no os imagináis lo extraño que me pareció que una elaboración de este tipo llevara zanahoria. En mi cabeza un bizcocho sólo podía ser de huevos, harina y yogur. He de deciros que esa primera experiencia fue increíble.
¡Animaros a hacerlo !
INGREDIENTES:
Bizcocho:
- 240 ml de aceite de giasol suave.
- 4 huevos tamaño M.
- 400 g de zanahorias (enteras sin pelar).
- 280 g de harina.
- 200 g de azúcar moreno.
- 2 cucharaditas de bicarbonato.
- 1 cucharadita de levadura en polvo.
- 2 cucharaditas de canela.
- 1/2 cucharadita de jengibre.
- una pizca de nuez moscada rallada.
- una pizca de sal.
- 150 g de nueces.
Buttercream:
- 125 g de mantequilla sin sal.
- 300 g de azúcar glas.
- 250 g de queso tipo philadelphia.
- 1 cucharadita de vainilla (opcional).
PREPARACIÓN:
Bizcocho:
Bate los huevos junto con el azúcar. Añade el aceite y bate un poco más.
Pela, lava y ralla las zanahorias, y añádelas a la mezcla. Contienen gran cantidad de agua así que, una vez ralladas, tendrás que ponerlas en un colador o en un chino y sacarles el exceso. Tampoco se trata de dejarlas secas ya que ese agua también aporta jugosidad al bizcocho.
En un recipiente aparte pon la harina, la sal, canela, genjibre, nuez moscada, la levadura y el bicarbonato. Mézclalo todo un poco y a continuación añádelo a la mezcla anterior sin olvidarte de tamizar bien. Por último añade la nuez picada.
Hornea el bizcocho a 180º durante 50 minutos (dependerá del horno) o hasta que al pinchar con un cuchillo, éste salga limpio. Durante los primeros 20 minutos sólo hornear por la parte inferior. El resto del tiempo arriba y abajo.
Buttercream:
Bate primero la mantequilla reblandecida durante un minuto y a continuación añade el azúcar glas tamizado. Cuando veamos que ambos ingredientes están bien integrados, añadimos el queso (mejor que esté frío) junto con el extracto de vainilla.
Bate un poco más y tendrás lista una buttercream deiciosa.