Aunque los mantecados se asocien a determinadas épocas del año, la verdad es que son tan ricos que apetecen en cualquier tiempo, lugar y momento.Este dulce típico es un habitual en la gastronomía de Castilla-La Mancha donde hay diferentes variantes según los ingredientes con que se aromaticen.
Se dice que en el siglo XVI hubo en Andalucía un excedente de manteca de cerdo y cereales lo que provocó que se comenzaran a hacer estos dulces. Curiosamente se llaman mantecados manchegos cuando su origen es andaluz.
Estos mantecados caseros causan furor en casa y, no sé por qué, ¡¡¡ siempre hago de menos !!!!
INGREDIENTES:
- 350 g de harina.
- 200 g de manteca de cerdo.
- 2 huevos.
- 4 cucharadas de azúcar.
- El zumo de medio limón.
- 1/2 sobre de levadura química.
- Un poco más de harina para el rebozado.
- Canela y azúcar blanco para rebozarlos.
ELABORACIÓN:
Ponemos la harina en un bol. Batimos los huevos, vamos añadiendo el azúcar y blanqueamos. Incorporamos el zumo del limón y batimos.
Hacemos un volcán en la harina y echamos esta mezcla. Amasamos y agregamos la manteca de cerdo. Integramos bien en la masa y volvemos a amasar. Dejamos reposar durante 15 minutos.
En una superficie plana y no porosa espolvoreamos harina y ponemos la masa encima, le echamos un poco de harina y estiramos con un rodillo dejando una masa de 1 cm de grosor.
Cortamos los mantecados con un molde circular de tamaño pequeño. Los vamos colocando en una placa de horno sobre papel sulfurizado y ligeramente separados unos de otros.
Precalentamos a 180º y horneamos a 150º durante 30 ó 35 minutos (según el horno). La temperatura no debe ser demasiado alta ya que podrían quedar duros.
Sacar del horno y rebozar en azúcar blanco o azúcar glas. Yo también le añado un pelín de canela.
Dejamos enfriar y ya tenemos listos para degustar estos deliciosos mantecados.