Hoy os traigo estas galletas de aceite de oliva porque, entre otras cosas, habitualmente se habla de galletas de mantequilla pero, y ¿por qué no usar nuestro delicioso aceite de oliva? ¿por qué no volver a la cocina de nuestras madres y abuelas?
Toda la repostería que se ha comido en casa por los siglos de los siglos ha estado elaborada con aceite, nunca con mantequilla.
Lo que aprendí cuando empecé a cocinar y que ya hacía mi abuela, era aromatizar el aceite con limón. Para ello hay que calentarlo con la piel de limón hasta que dora un pelín y pierde el sabor a crudo. Luego se deja enfriar.
Estas galletas de aceite de oliva caseras son facilísimas de elaborar, riquísimas y mucho más sanas que cualquier otra galleta que podamos comprar. Son perfectas para el desayuno o para la merienda, con un buen vaso de leche o solas.
¿Os animáis a hacerlas?
INGREDIENTES:
- 1 huevo.
- 180 g de harina.
- 1 cucharadita de levadura química.
- 75 g de aceite de oliva suave.
- Una pizca de sal.
- La piel de un limón.
- Una cucharada de leche.
- 60 g de azúcar avainillado.
- 1 cucharadita de canela en polvo.
- Sésamo para decorar.
- Nata líquida para pintar las galletas.
- 1 yema de huevo para pintar.
- 5-10 g de azúcar avainillado para espolvorear.
ELABORACIÓN:
Ponemos el aceite en una sartén. Cuando empiece a calentarse echamos la piel del limón y mantenemos en el fuego durante unos minutos hasta que aromatice pero sin que se dore demasiado.
Retiramos y dejamos enfriar.
Batimos enérgicamente el huevo en un bol con un pelín de sal. Incorporamos el azúcar y seguimos batiendo hasta blanquear. Le echamos la canela, la cucharada de leche y seguimos batiendo. Vamos incorporando el aceite aromatizado y ya frío sin dejar de batir. Tamizamos la harina y la añadimos poco a poco a la mezcla. Cuando esté toda la masa bien mezclada le añadimos la levadura y volvemos a mezclar.
Tapamos el bol con papel film y metemos en la nevera durante 30 minutos.
Espolvoreamos con harina una superficie plana y limpia. Volcamos la masa y la extendemos con un rodillo hasta dejar la masa con 1 cm de grosor. Vamos cortando las galletas con un cortador metálico a la medida que más nos guste. Se van colocando en una bandeja con papel sulfurizado dejando espacio entre ellas.
Pintamos con yema de huevo con un chorrito de nata y le incorporamos sésamo o frutos secos al gusto. Luego espolvoreamos en forma de lluvia un poco de azúcar avainillado.
Precalentamos el horno a 200º. horneamoss las galletas a 180º durante 15 minutos (dependerá del horno y del tamaño y grosor que les demos a las galletas). Vigilar y cuando empiecen a dorarse, apagamos el horno y las dejamos un ratito más dentro.