La «Lasaña» es, probablemente, uno de los platos más populares de la cocina internacional. Y es que es una elaboración sencilla y completa a la vez que deliciosa y nutritiva.
Sus orígenes parecen ser la antigua Roma aunque algunos también la sitúan en la Grecia antigua. Ya Cicerón mencionaba su pasión por el «Laganum»; unas tiras largas de deliciosa pasta.
Os puedo decir que estoy enamorada de la pasta y de las nueces, mi fruto seco preferido, así que la combinación resultante, esta «Lasaña de verduras con ricotta y bechamel de nueces», es perfecta.
Es una receta muy sencilla de preparar y, además, muy saludable.
Podéis utilizar las verduras que más os gusten. El toque final de la bechamel de nueces hace que este plato sea una auténtica delicia.
INGREDIENTES
Lasaña:
- 12 láminas de canelones.
- 1 berenjena.
- 1 calabacín.
- 2 zanahorias.
- 1/2 cebolla.
- 1 diente de ajo.
- 200 g de queso ricotta.
- Un buen puñado de Nueces de California peladas.
- Aceite de oliva.
- Sal y pimienta.
Bechamel:
- 50-60 g de nueces (un puñadito).
- 30 g de mantequilla o de aceite de oliva suave.
- 1 cucharada sopera de harina.
- 2 vasos de leche.
- 100 g de queso emmental.
- Sal, pimienta y nuez moscada.
ELABORACIÓN
Lasaña:
Cocemos las láminas según las indicaciones del fabricante. Vamos poniendo las láminas ya cocidas y escurridas en un plato untado con aceite para que no se peguen.
Después de lavar y secar las verduras, las cortamos en juliana.
Salpimentamos y le echamos el ajo muy picadito. Damos un par de vueltas y retiramos.
Mezclamos las verduras con unas nueces picadas y el queso ricotta. Hacemos una pasta.
Montamos lasañas individuales (por eso utilizo pasta de canelones). Yo le pongo tres láminas y dos pisos y cubro el conjunto con la bechamel de nueces.
Bechamel:
Fundimos la mantequilla en una sartén. Cuando esté líquida añadimos la harina despegando la mezcla de las paredes.
Incorporamos la sal, pimienta, nuez moscada, las nueces picadas y la leche caliente, poco a poco.
Dejamos espesar hasta que salgan burbujitas de mantequilla. Añadimos el queso y esperamos a que se funda.
Retiramos del fuego y reservamos.
EMPLATADO
Cubrimos la lasaña con la bechamel de nueces.
Para acabar el plato, yo le pico unas nueces, un pelín de albahaca y cebolla crujiente. Como no la pongo al horno, le podéis dar un golpe de soplete.