El Brownie es un bizcocho de chocolate con nueces sin levadura y, como muchos otros, la causa de su aparición fue un error o un olvido de un cocinero. Un bizcocho crujiente por fuera y tierno y jugoso por dentro.
Es originario de Boston y ahora hay tantas recetas de brownies que ya no podemos poner la exclusividad al de chocolate negro y nueces. Hay brownies de chocolate blanco, negro, con leche, con nueces, con almendras o con pistachos.
Realmente la palabra brownie significa ”marroncito” por el colorcito del chocolate, pero tampoco se sabe si realmente el origen del nombre viene de ahí.
Además, en el brownie original se utiliza la mantequilla. En esta ocasión he querido darle un punto más saludable en su elaboración y lo he hecho con AOVE. Os aseguro que ha sido todo un acierto.
INGREDIENTES
- 150 g de AOVE
- 400 g de chocolate negro 70%
- 6 huevos
- 200 g de panela
- 250 g de harina de repostería
- Una pizca de sal
- 100 g de almendras tostadas
ELABORACIÓN
Fundir el chocolate con el aceite al micro durante 60 segundos en intervalos de 30 segundos.
En un bol, batir los huevos con la sal y mezclar con la panela.
Añadir la harina tamizada, integrar bien e incorporar el chocolate fundido. Mezclar.
Machacar las almendras de una forma irregular y añadirlas.
Engrasar un molde rectangular o cuadrado, poniendo en la base papel sulfurizado, Añadir la mezcla.
Con el horno precalentado, poner en la rejilla central y hornear a 180°C. El tiempo de horneado dependerá de las dimensiones del molde, pero suele ser de entre 20 y 25 minutos. Comprobar que el brownie esté hecho antes de retirarlo. Es mejor quedarnos un poco cortos, caso contrario nos podría quedar seco. Dejar reposar.
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