Hoy os traigo un bizcocho muy rico para el que sólo he utilizado como ingrediente principal, claras de huevo. Hay veces que para una crema catalana o para unas yemas curadas las claras nos sobran y esta es una manera de utilizarlas. Es, por tanto, una receta de aprovechamiento. He de decir que este bizcocho de merengue queda súper esponjoso y está de verdadero vicio.
INGREDIENTES:
- 4 claras de huevos (L)
- 40 ml de aceite de oliva virgen extra
- 80 ml de leche entera
- Una pizca de sal
- Unas gotas de zumo de limón y ralladura
- 120 g de azúcar
- 120 g de harina de trigo
- 10 g de levadura química
- Azúcar glass (opcional)
ELABORACIÓN:
Poner las 4 claras de huevo en un bol.
Echar una pizca de sal y unas gotas de zumo de limón. Con unas varillas eléctricas batir las claras hasta que estén montadas a punto de nieve. Reservar.
En otro recipiente poner el AOVE, la leche, el azúcar y la ralladura de limón. Batir durante unos minutos hasta que los ingredientes se hayan integrado.
Tamizar la harina y la levadura sobre la mezcla que tenemos del azúcar con los demás ingredientes e integrar hasta tener una masa homogénea. Ir añadiendo sobre la masa las claras ya montadas a punto de nieve. Mezclar de forma suave y con movimientos envolventes para que las claras bajen lo menos posible.
Pasar la masa a un molde engrasado con un poco de mantequilla y llevarlo al horno ya caliente a 180ºC con calor arriba y abajo. Hornear durante 35-40 minutos. El tiempo dependerá de cada horno así que hay que ir vigilando.
No abrir el horno durante los primeros 20 minutos. Pasado ese tiempo, comprobar si el bizcocho ya está hecho pinchando con una aguja y ver si ésta sale limpia. Si así sucede, sacar del horno y dejar enfriar a temperatura ambiente.
Desmoldar una vez que haya enfriado por completo y presentar con un poco de merengue suizo quemado por encima (se puede sustituir por nata).