¡Hola amigas!
Hoy os traigo una receta que hacía mi abuela y la verdad es que en esta época tan cercana a la Navidad y con todo lo que estamos viviendo me acuerdo mucho de ella y de cómo nos quedábamos boquiabiertos todos los nietos viéndola cocinar.
Esta carne tiene bajo contenido en grasa y contribuye al metabolismo energético, entre otros beneficios.
Por cierto, yo siempre compro cerdo de calidad y me consta que en las granjas del sector porcino cuentan con medidas de bioseguridad y con veterinarios para atender y controlar a los animales.
Además, el sector porcino europeo aporta futuro a las zonas rurales.
INGREDIENTES:
- 1 kg de magro de cerdo en trozos
- 1 cebolla
- 1/4 de pimiento rojo
- 1/4 de pimiento verde
- 2 dientes de ajo
- 400 g de tomate triturado
- 2 cucharadas de azúcar
- 4 cucharadas de aove
- 1/2 vaso de vino blanco
- Un manojo de espárragos verdes
- Perejil
- Sal y pimienta
ELABORACIÓN
Sellar el magro de cerdo. En una cazuela, añadir tres cucharadas de aceite de oliva virgen extra. Echar la carne, salpimentar y freír.
Añadir el vino blanco y dejar reducir hasta que evapore el alcohol.
Echar la cebolla muy picada y, cuando esté transparente añadir los pimientos, dejamos unos minutos, tiramos el tomate triturado y el azúcar.
Dejar cocinar a fuego lento. Poner una tapa pero que deje salir el vapor para que no se recueza. Ir removiendo, dando vueltas para que no se queme. Si es necesario, echar un poquito de agua. Es necesaria una hora para que la carne quede tierna.
Limpiar los espárragos y cortar la punta. Poner una cucharada de aceite en una sartén, salpimentar, dar un par de vueltas y apartar.
Presentamos el magro en cuencos y decoramos con los espárragos y el perejil picado.